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SANTO ROSARIO SACERDOTAL

  • Foto del escritor: Matrimonio con Dios
    Matrimonio con Dios
  • 14 abr 2021
  • 2 Min. de lectura

Los católicos, el pueblo de Dios, debemos orar y hacer sacrificios intensamente por nuestros Sacerdotes, por su seguridad y su santificación


Jesús, el Hijo de Dios instituyo el sacerdocio “la misma noche que fue entregado” en la última cena con sus Apóstoles. Desde el principio de su vida pública, Nuestro Señor Jesucristo anunció a sus Apóstoles que los llamaba para un ministerio muy especial, pues de pescadores de peces, los convertiría en "pescadores de hombres" (Mt.4,1 g). "Llamó a los que Él quiso y vinieron donde El. Instituyó doce para que estuvieran con El para enviarlos a predicar" (Mc.3, 13-14)

En la última cena, Jesús les da el poder de transubstanciar el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre cuando les dice: "Haced esto en memoria mía" (Lc.22,1 g) Así, con esas palabras les da poder para ofrecer por la salvación del mundo el sacrificio de Su Cuerpo y Su Sangre, como Él mismo lo acababa de hacer y es en ese momento que instituye el Sacramento del sacerdocio.


Después de resucitar, otorga a sus Apóstoles la misión de perdonar los pecados: "Como el Padre me envió, así también yo os envío. Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" (Jn.20, 21-22) así instituye el Sacramento de la Reconciliación, en este ministerio se da algo grandioso: los Sacerdotes se vuelven algo así como nuestros confidentes y por consiguiente su orientación nos permite tranquilidad y claridad en nuestro actuar.

También el Señor da a los Sacerdotes la potestad y la tarea de enseñar, de bautizar y guiar a sus “ovejas” al expresarles: "A mí se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra, id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt.28, 18-20).

La misión del sacerdocio fue más firmemente dada por Jesús a los Apóstoles cuando les dice: “Les aseguro: todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo” (Mt. 18, 18).


No caigamos en el error de pensar que los Sacerdotes, por el hecho de serlo, no necesitan que oremos por ellos, es por eso que nosotros los laicos, el pueblo de Dios, debemos orar intensamente por nuestros Sacerdotes, nuestros pastores, pidamos a Dios por ellos para que los preserve de todo mal e insidia y principalmente para que los haga santos,


HAZ ESTE SANTO ROSARIO POR LOS SACERDOTES, DESCARGA AQUI EL PDF:



 
 
 

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